Formatos físicos de los CD
Muchos usuarios interesados en la grabación de CD habrán oído hablar del "libro rojo", "libro naranja", "libro verde", etcétera, a la hora de definir los distintos tipos de discos compactos que existen en el mercado.
Estos "libros" definen el formato físico de los discos y lo de los colores sólo es una anécdota que proviene de tiempos de la publicación de las primeras especificaciones de los discos compactos de audio, que se editaron en un libro con tapas rojas.
Precisamente, fueron los CD de audio, los populares discos de música, los primeros en aparecer a principios de los años 80. Sus especificaciones se recogieron en el "Red Book", o Libro Rojo y es el formato más popular en la actualidad, aunque ya se habla de su sustitución por otro tipo de discos de música con una mayor fidelidad de sonido.
En 1984 se presentó el "Libro Amarillo", que recoge la especificación de los populares CD ROM e incluye dos posibilidades.
El Modo 1, que sólo se utiliza en el caso de grabaciones de datos y el Modo 2, que se utiliza para comprimir datos, imágenes, audio, video y almacenarlos en un mismo CD.El "Libro Verde" es otra especificación que define el estándar de los Discos Compactos Interactivos, o CD-I. Este tipo de discos casi no se conocen en España, salvo una faceta de los mismos: los Photo-CD, para los que se vendieron en su momento algunos reproductores específicos que se enchufaban a la televisión y permitían ver fotografías digitalizadas y realizar diversos efectos, como zoom y otros.
A partir de este momento, se planteó la necesidad de contar con unas especificaciones para poder lanzar al mercado las primeras grabadoras de discos compactos, una demanda del mercado que las compañías del sector empezaron a satisfacer a principios de los años 90. Para ello se publicó el "Libro Naranja", que contempla diversos casos: los discos magneto ópticos, CD-MO, que fueron los primeros en utilizarse y popularizarse, pero que son diferentes a los discos grabables actuales, ya que utiliza soporte magnético.
Otro caso son los discos grabables, o CD-R, que son los discos que, gracias a una grabadora, pueden almacenar hasta 650 Mbytes de información, aunque no se pueden borrar y volver a grabar. Este es el tercer caso contemplado en el "Libro Naranja": los discos compactos regrabables, o CD-RW, que permiten grabar y borrar datos hasta 1.000 veces.
El problema de este último tipo de discos es que no pueden ser leídos por muchas unidades lectoras antiguas de CD-ROM ni por muchos lectores de CD de música, como los que vienen en las cadenas musicales de alta fidelidad, equipos de coches o los lectores CD portátiles.Con posterioridad, apareció el "Libro Blanco", que contempla la especificación de los conocidos como Video-CD, un tipo de discos que pueden almacenar hasta 70 minutos de video comprimido, de calidad equivalente, más o menos, a la de una cinta de video VHS. Este tipo de discos no han alcanzado mucha difusión en España, aunque si han sido populares en otros países, sobre todo de Asia.
Su existencia ya está sentenciada con la aparición de los discos DVD.El último libro de especificaciones es el "Libro Azul", que se publicó para permitir la existencia de los CD-Plus, también conocidos como CD-Extra. En este tipo de discos, hay varias pistas de sonido, grabadas según las especificaciones del "Libro Rojo", así como una pista de datos, como si fuera un CD ROM. Se puede utilizar tanto en un lector de CD de música como en un lector de CD ROM de ordenador.
Un ejemplo de este tipo de CD es el primer disco de los BackStreet Boys, que al margen de los temas musicales, incorpora un programa multimedia donde se pueden ver fotos, videos y datos del grupo.