Ultimamente nos estamos acostumbrando a batir records en cuanto a prestaciones en microprocesadores en relativamente poco tiempo. Seguramente parte de culpa la tiene la extrema competencia en la que este mercado se encuentra.
Principalmente Intel y AMD están librando una dura batalla en varios frentes, uno es el de las prestaciones, pero hay muchos otros como el marketing que no deben dejarse de lado si se quiere triunfar.
Intel hasta ahora no nos había convencido en demasía con su propuesta. El Pentium 4 ha recibido duras críticas por su pobre rendimiento con las actuales aplicaciones y sistemas operativos, por ser una plataforma más cara que la de su rival (por el propio precio del procesador y por utilizar una memoria más cara) y por un diseño de zócalo que tenía los días contados.
Ahora nos encontramos con su última creación, que recobra fuerza en tanto que a puro golpe de aumento de frecuencia sus actuales prestaciones ponen en apuros hasta al mismísimo buque insignia de AMD, el Athlon a 1,4 GHz.
El procesador actual sigue siendo caro, pues dobla al de
su rival, y de la memoria RDRAM se puede decir lo mismo.
Por contra, el nuevo modelo de Intel ya se puede encontrar con el tambien nuevo
zócalo de 478 pines y su rendimiento se puede considerar igual sino superior
al del micro estrella de AMD.
(c) 2001 Eduard Puigdemunt i Gelabert