El disco duro:
Debido a que la máquina venía sin Sistema Operativo, nada más desembalarla procedimos a la instalación de Windows XP Professional. Mientras el sistema se instalaba, sin ningún tipo de contratiempo, no fuimos capaces de notar nada especial, pero cuando estuvo ya perfectamente instalado y dejó de funcionar la unidad de DVD, se hizo un silencio tan absoluto que pensamos que se había apagado. Lo cierto es que incluso pegando el oido al portátil es imposible escuchar ningún sonido proveniente del disco duro (o de cualquier otro componente) y dado que el ventilador de la CPU se pasa la mayor parte del tiempo parado, trabajar con esta máquina, sobretodo en un ambiente silencioso, es una auténtica gozada e incluso cuando el disco duro está “trabajando” el sonido que produce es prácticamente imperceptible.
Hemos de resaltar que sus prestaciones son realmente buenas y más si tenemos en cuenta que se trata de una unidad de 4.200 rpm. Esta unidad ofrece unas prestaciones que ya querrían muchos discos duros de 5.400 rpm y supera incluso a unidades de 3 ½ pulgadas (las que integran los PC de sobremesa).
(c) 2005 Eduard Puigdemunt i Gelabert