La grabación digital captura el sonido almacenando los valores de amplitud de una onda a intervalos regulares de tiempo. La amplitud (altura) de una onda de sonido determina su volumen; la frecuencia (medida en Hertzios o Hz) determina su escala (lo grave o aguda que suena).
Las ondas de sonido son continuas (analógicas) en la naturaleza, pero un ordenador sólo puede trabajar con información digital (on/off). Así que el ordenador almacena la amplitud de una señal grabada en instantes determinados. Luego recrea el sonido convirtiendo las muestras digitales de sonido de vuelta a una señal analógica mediante un DAC (Digital to Analog Converter: Convertidor Digital a Analógico) . La frecuencia de muestreo indica cuántas muestras del sonido se toman en un segundo. Así una frecuencia de 22 Khz indica 22.000 muestras por segundo. El ser humano puede oír entre 20 Hz y 20 Khz.
El número de bits también influye en la calidad de la grabación ya que indica el número de pasos medibles del sonido: con 8 bits podremos medir 256 pasos en cada muestra y con 16 bits, 65.535. La calidad CD es un estándar que indica que ese sonido está grabado a 16 bits y 44.1 Khz .
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